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  TECNICAS DE LIBERACION EMOCIONAL
  EFT EN NIÑOS
 

 

Los niños por definición son los seres mas receptivos para todo tipo de experiencias y EFT es una experiencia maravillosa que apoya a los padres todo el tiempo y con la practica el niño hará tapping sobre el mismo cuando así lo sienta necesario 




Por Kim Eisen
En mi opinión, EFT es el recurso #1 para reducir los traumas en niños, sea después del hecho o en el momento. Lo que adultos pueden considerar como un asunto pequeño puede ser enorme para un niño, y debemos tratarlo como tal. Si tomamos los segundos o minutos necesarios para neutralizar lo que les está molestando, no tendrían que crecer con toneladas de problemas (exceptuando un trauma extremo, pero hasta eso podría neutralizarse).
Espero que esto les ayude a obtener un poco de entendimiento de cómo trabajar con niños usando EFT en diferentes edades. Los niños captan EFT rápidamente, aunque nuestro vocabulario necesita ser levemente cambiado de acuerdo a su entendimiento y expresiones, es decir, Botones Mágicos versus puntos de tapping.
Frecuentemente, cuando niños aprenden EFT, quieren enseñárselo a sus padres e iguales porque piensan que es genial. Usualmente no trabajan con un montón de problemas, solo con lo que les está molestando en el momento y se van a jugar porque ha dejado de ser un problema de “ahora”. Los más pequeños no parecen cargar con demasiado en el momento, a menos que sufran de un trauma severo.
He notado que niños que son más emotivos o empáticos tienden a cargar con las emociones energéticas o silenciosas de los padres. Por ejemplo, si los padres se consideraban tontos en la escuela… o no se ajustaban… y guardan fuertes emociones sobre eso, el niño (usualmente de 5-7 años) puede absorberlo por ninguna razón aparente y empezar a decir cosas como “soy estúpido” o “soy tonto” sin haber tenido una experiencia directa.
Esto también aplica a ciertos miedos y ansiedades. Así que, si esto parece mostrarse en el niño, los padres bien podrían considerar hacer tapping para sus propios temores y ansiedades, antes de trabajar con el niño.
En la etapa de desarrollo entre 7 y 11 años de edad, los niños son bastante egocéntricos y cohibidos (una etapa natural). Están aprendiendo técnicas de comportamiento entre iguales y van y vienen entre independencia y co- o interdependencia. Son candidatos perfectos para EFT si se enfoca correctamente, ya que les da la libertad de hacer algo por sí mismos con resultados satisfactorios. Y probablemente lo usarían en el momento, que podría ser significativo a su crecimiento emocional general.
En vez de asignarle tareas para hacer tapping como hacemos con los adultos, les dejo saber que pueden usarlo en cualquier momento que se sientan heridos, tristes o con coraje. Y, a veces como recordatorio de que saben cómo hacerlo, tenemos un breve repaso. Les advierto, sin embargo, que si tienen un problema ‘grande’ (es decir, violación, incesto, homicidio, etc.) necesitan ayuda profesional. Pero para asuntos de diario, esto les mejoraría grandemente su futura vida como adulto, ya que no cargarían con el dolor.
Hay que tener en cuenta de que, en casos de divorcio, es importante hacer EFT para tratar el problema de que no es culpa del niño y trabajar en cualquier motivo que les hace pensar que es su culpa. Y como un aviso para aquellos padres que se están divorciando, no discutan frente a los niños (ellos no necesitan saberlo todo) o humillen a su pareja porque ‘el otro’ es también padre y querido por ellos. No le quiten eso a sus niños (exceptuando abuso).
Con EFT y niños entre 7 y 11 años, una vez aprenden la técnica, usualmente hacen EFT en el momento o poco después de que surge algún problema cuando lo re-recuerdan, como cuando se retiran a dormir o se encuentran solos. Se les debe enseñar que pueden usarlo en cualquier momento y que es mejor decir lo que piensan que pasó y cómo se sintieron honestamente (no lo que piensan que debieron haber sentido). Por ejemplo:
Aunque mi mejor amigo no me dirigió la palabra hoy y no sé por qué y me hiere los sentimientos, aún sigo siendo un chico estupendo (bueno).
Aunque mi madre y padre pelean y me asusta, no se trata de mí y sigo siendo un gran chico.
A veces están tristes y no saben por qué o no quieren discutirlo con uno. En esos casos, enséñeles a hacer tapping general:
Aunque estoy triste y no sé por qué, sigo siendo un gran chico –usualmente algo surge.
Aunque estoy triste por algo (no tienen que decir lo que es), sigo siendo un chico fabuloso. Puede que le digan lo que es, o no, pero lo importante es lograr que se sientan mejor.
Niños que tienen de 3 a 6 años son mayormente egocéntricos y cohibidos y están más enfocados en encontrar sus límites mostrando pequeños actos de independencia. Sencillamente saben lo que quieren y cuándo lo quieren (la mayoría piensa que el mundo gira alrededor de ellos – de nuevo, es una etapa normal de crecimiento – de modo que todo es causado por ellos, entiéndase divorcio, abuso, alteraciones, etc.)
Esta importante etapa de auto-desarrollo hace más apropiado que un profesional o padre trabaje con ellos ya que son mayormente co- o interdependientes (aunque algunos padres refutarían este punto ya que los nuevos niños son muy independientes en sus pensamientos), no obstante, cuentan con sus padres o guardianes para muchas cosas.
Cuando se trabaja con EFT y un niño de 3 a 6 años, probablemente tiene un buen control sobre la mayoría de las cosas que pueden molestar a sus niños y ellos se lo dejan saber con facilidad. Usualmente va a trabajar con ellos en el momento – sea que están tristes, heridos, con coraje, o teniendo una rabieta. Al introducirles a EFT, usualmente les pregunto si quieren participar en un juego, o intento algo verdaderamente ingenioso que les ayude a sentirse mejor. (Excepto con rabietas o coraje dirigidos hacia uno, en cuyo caso habría que hacer tapping en sustitución en el lugar de ellos).
Si están de acuerdo, les enseño sus “Botones Mágicos” (los puede llamar como guste) y les digo que repitan lo que digo y lo que hago. Use palabras que sabe que van a entender. Es mágico como, después una o dos rondas, se han olvidado (neutralizado) de la emoción y se van a jugar. Sabrá cuando han terminado porque hablan sobre otra cosa y hasta se aburren porque sienten que terminaron y no hay razón para continuar el juego. Eventualmente, estos niños comenzarán a usarlo por sí mismos y deben ser alentados a que lo hagan.
Aunque esto puede ser un tema delicado para algunos, si su alteración es causada por otra persona, es extremadamente importante que el niño entienda, y que le imparta al niño que ‘otra’ gente tiene su manera de hacer las cosas, buenas o malas, y que aunque puede ser diferente, injusto o desagradable, no tiene nada que ver con ‘ellos’ (“No se trata de tí”). Además, hay mucha gente buena que son como nosotros, y, diferente a nosotros, y eso es lo que hace a este mundo un lugar tan maravilloso.
La etapa de 12-16 años envuelve la aceptación de sus iguales, auto identificación (más independencia) y un temor o sentido de pérdida al dejar de ser quienes habían pensado que eran… para convertirse en otra persona… pero no pueden precisar quien es. Es un poco atemorizante y aunque no quieren ser interdependientes, no quieren estar solos (y muchos piensan que están completamente solos de alguna forma).
Piensan que están crecidos y no quieren acudir a sus padres u otros adultos, pero no saben qué hacer, ni tienen la capacidad para lidiar con cosas por sí mismos o con un igual. La libertad que da EFT al asistirlos en la adultez puede proyectarlos más allá de lo que esperan lograr.
Trabajando con EFT y niños de 12-16 años – quise dejar esto para el final ya que puede ser una dicotomía, porque si logran ‘entender’ EFT y lo usan, puede hacerles maravillas y han tenido mucho éxito. Lo introduciría como indicado en la sección de 7-11 años, simplemente cambiando el vocabulario para que sea más expresivo. Tiene que utilizar su lenguaje tal como ‘buena onda’, ‘guey’, ‘chévere’, etc. (ya tienen la idea).
De nuevo, si piensan que es genial, se lo enseñarán a todos los que conozcan. Si piensan que ‘lo saben todo’, les va a ser más difícil lograr que presten atención. Es aquí donde probablemente necesiten a un profesional (alguien de afuera, no los padres) que trabajen con ellos o les enseñe EFT.
Con todo, los niños no son tan diferentes a los adultos en la gama de emociones que pueden tener. Es solo que tienen la ventaja de no haber estado cargando con tanto bagaje o problemas por la misma cantidad de tiempo. El aprender EFT puede evitarles una tonelada de penas y dolor en el futuro, o al menos, acortarles el tiempo que lo van a cargar. ¡Qué regalo se les puede dar!
 

Por Dr. Kiya L. Immergluck, EFT-ADV
Recientemente, tuve el privilegio de enseñarles EFT a un número de niños preescolares y a sus madres. En cada caso, la madre había escuchado acerca de EFT y específicamente del Osito Tappy, un osito de peluche con botones que representan los puntos básicos del tapping. En un caso particular, la “Sra. Jones”, me habló el domingo pidiéndome una sesión de emergencia para ese mismo día.
Su hijo Joey tiene 5 años y es extremadamente tímido. Fue muy difícil convencerlo de que fuera al Kinder a principio de año. Pero después de haber tenido dos semanas de vacaciones, se rehusó absolutamente a regresar. Llamé a casa y traje un Osito Tappy para Joey. Fui a la casa sin muchas esperanzas. Mientras iba de camino hice tapping de sustitución para Joey (y también resé):
Aunque no me gusta hablar con desconocidos, soy un gran niño.
Aunque tengo miedo de regresar a la escuela, soy un gran niño.
Aunque me da miedo hablar con quien sea, soy un gran niño.
Cuando llegué, la Sra. Jones me previno que Joey comenzó a llorar cuando le explicó de que “una señora va a venir a jugar contigo con un oso de peluche”. Estaba interesado en el oso pero no quería saber nada de la señora. Le dijo a su mamá, “no le voy a hablar – ¡ni siquiera la voy a voltear a ver”!
Caminé hacia la sala y vi a un niño pequeño acurrucado entre los cojines del sillón con su cara volteada para el otro lado. Entre silenciosamente y murmuré, “El Osito Tappy está asustado… ¿puedes ayudarlo?”
Lo que pasó enseguida, fue como un milagro para la mamá de Joey y para mí. Venía preparado para pasar una hora ayudando a Joey para que se sintiera lo suficientemente seguro para voltearme a ver y tal vez decirme Hola. En vez de eso, Joey, saltó del sillón, vino hacia mí y gentilmente acurrucó al Osito Tappy.
Traje conmigo un pequeño libro ilustrado que yo escribí, llamado “El Osito Tappy Tiene Miedo de la Oscuridad”. Se lo comencé a leer a Joey con el objeto de enseñarle los puntos del tapping. Mi teoría es que la mayoría de los niños pequeños aman “ser ayudantes” y disfrutaran el ayudar al Osito Tappy a que supere sus miedos.
Cada vez que la historia sugería que Joey hiciera tapping sobre el oso y dijera, soy un gran oso, de forma espontánea Joey comenzaba a hacerse tapping a sí mismo y al oso diciendo, ¡Soy un gran niño Y soy un gran oso! Para cuando terminamos con la historia, Joey estaba cómodamente haciéndose tapping a sí mismo y al oso, ¡y también platicando cómodamente conmigo!
Al final de la historia dije, “Sabes, el Osito Tappy también tiene miedo de ir a la escuela. ¿Crees que podemos ayudarlo”?
Joey estaba muy deseoso de ayudar nuevamente al Osito Tappy, y cuando le pregunté de qué tenía miedo Osito Tappy, varias fueron las quejas específicas que me dijo que Osito Tappy tenía:
Osito Tappy tiene miedo de no poder hacer el trabajo…
Osito Tappy tiene miedo de no poder hablar con los otros niños…
Al Osito Tappy no le gusta que el día de escuela sea muy largo…
Así que Joey verbalizó exactamente los aspectos en los cuales necesitaba hacer tapping, y le enseñé a Joey a mantener separados sus brazos para demostrar como Osito Tappy estaba muy pero muy afectado. Luego le enseñé a juntar más y más sus manos para demostrar que Tappy cada vez tenía menos miedo. Finalmente, le enseñé cómo poner sus palmas juntas (como manos rezando) para indicar que las lágrimas se habían ido por completo.
Para el fin de la sesión, Joey había roto con todos los miedos de Tappy acerca de la escuela, y aún había añadido algunos temores extras acerca de bichos espeluznantes. La sesión se desarrolló muy bien y cuando me fui Joey estaba sonriendo y estrechó mi mano.
La Sra. Jones reportó que Joey no tenía ilusión de ir a la escuela al día siguiente, pero que el llanto extremo definitivamente se había reducido. Joey ama a su Osito Tappy y disfruta que le lean una y otra vez la historia de Tappy.
El Osito Tappy es una maravillosa herramienta para enseñar EFT a los niños pequeños, y es también un excelente rompe-hielos para niños tímidos y no comunicativos.
Bendiciones
Kiya


Por Paul Zelizer, M.A., L.P.C., EFT-CC.
Aquí se presenta una historia para personas interesadas en EFT para padres y niños. Recientemente, mi hija y su amigo de 5 años de edad estaban brincando en un trampolín. El chico de 5 años quería bajarse así que abrió el cierre de la red de protección. Justo cuando me dirigía hacia mi hija para decirle que era hora de ir a casa, el niño de 5 años rebotó por la puerta. Aterrizó duro sobre su cabeza y cuello en unas escaleras de madera, rebotó una vez, y entonces yo lo tomé en mis brazos.
Sobra decir que empezó a gritar de dolor. Yo no sabía si tenía heridas en su cabeza o cuello, pero yo intuitivamente tomé su mano y empecé a hacerle tapping en el Punto Gamut porque sabía que no había aterrizado en él. Para mis adentros yo repetía, Aunque eso fue muy atemorizante, estoy calmado y relajado.
Después de 15 segundos de tapping, él estaba relajado y callado. Hicimos una revisión y no encontramos ninguna herida en cuello o cabeza. En menos de 1 minuto de haberse azotado en las escaleras, él estaba corriendo con una sonrisa en su rostro. Tanto su padre como yo estábamos asombrados.
Yo continúo agradecido por todos los usos de EFT.

De Roseanna Ellis
Me encanta trabajar con niños porque entienden los conceptos de EFT muy fácilmente y se recuperan de sus problemas mucho más rápidamente que los adultos. Me he dado cuenta de que aproximadamente el 90% de los problemas de mis clientes adultos tienen sus raíces en temores y traumas infantiles. Benditos sean los niños que crecen con el regalo de la sanación que ofrece EFT.
Estaba trabajando con un cliente cuando su hija se acercó y le preguntó si me dejaría tratar su dolor. El dijo que sí. Hablaba en una voz baja forzada, ya que se quejaba de dolor de garganta en un nivel de intensidad de 8 sobre 10. El dolor subía a 10 sobre 10 cuando se tocaba. Se quejó de su incapacidad de hablar y temía que su voz no volviera. Dijo que un amigo le estaba tirando una pelota dura y le golpeó el cuello sin querer. El cuello estaba rojo en el área de la nuez. Su segunda queja era dolor en la muñeca izquierda en un nivel de intensidad de 9 sobre 10 causado por un accidente de monopatín.
Utilizamos EFT para el problema de la muñeca primero. Al hacer tapping en la parte dolorosa dijo en voz baja: Aunque tenga este dolor de muñeca en un nivel 9, sigo siendo una niña maravillosa y elijo que el dolor se vaya. En un plazo de 10 minutos el dolor había bajado a un 2 sobre 10. Entonces presioné la muñeca suavemente y el dolor subió a un 6 sobre 10. Hicimos tapping mientras sujetaba la muñeca hasta que el dolor bajó a un 1 sobre 10.
Decidí trabajar con la garganta. Trabajamos en el temor que ella valoró como un 10.
Aunque tengo mucho miedo de que no se me mejore la garganta…
Aunque tengo tanto miedo a que mi voz se quede así…
Aunque cada vez que me caía y me hacía daño en el pasado, mi cuerpo siempre se curaba, esta vez tengo miedo de que mi garganta no se cure.
Después de cerca de 5 minutos de tapping, su miedo bajó a un 3 sobre 10. Le pregunté si tenía miedo de que la mano no se le curara. Se rió y dijo que no. Le expliqué que los músculos de la garganta podían estar contraídos y restringiendo el aire.
Hicimos tapping:
Aunque los músculos de mi cuello estén contraídos, elijo relajarlos ahora.
Aunque esté asustada por este dolor en el cuello, elijo estar bien ahora.
Aunque los músculos en la mano se han curado hasta un 1 sobre 10, elijo que mis músculos del cuello se curen también.
Para entonces tenía una audiencia de tres amigas que miraban. Cuando su voz volvió más fuerte todos la vitorearon. Dijo que la garganta ya no le dolía tanto pero cuando le toqué levemente la garganta el dolor aumentó. Así que seguimos haciendo tapping para que los músculos se relajaran. Al cabo de unos minutos pude tocar su garganta sin que le doliera y su voz era casi normal.
El tratamiento entero sólo había llevado 40 minutos. Pasé por su casa más tarde ese día para ver cómo estaba y la encontré charlando con su madre. Se sentía estupendamente. Qué alegría verla sonreír y no tener ningún temor. ¡Oye! ¡Me encanta este trabajo! 
Terapias individuales y grupales para niños
TRATAMOS 
Traumas, abusos, falta de atención ,bajas calificaciones.
 Niños: índigo, cristal, etc.
Citas al 449 180 44 48
Jose Manuel Hoffman Medina.
Asesor EFT.
 
 
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